Squad adolescente exorcismo Chica: Tres Niñas de Arizona reclamar para echar fuera demonios

Teen Exorcists Claim to Purge Demons

Millman JENNA

05 de abril 2012

Brynne, Tess y Savannah de Phoenix son cinturones negros en karate, expertos jinetes a caballo y ávidos

Amantes de los musicales. realizan exorcismos.
"Sólo somos chicas normales que hacen algo extraordinario para Dios", dijo Brynne. "Después de ver un exorcismo real en persona, guiados por nosotros, usted irá sin duda alguna, en absoluto."
Brynne, 17, es el líder de la manada, a la que las otras la llaman el "ejecutor". Ella es educada en casa y en forma regular en el circuito de cursos de belleza. Savannah, 20, es conocida como el "compasivo", una estudiante universitario que le gusta ir de compras. Por último, hay Tess, "el hombre medio" debido a que los otros dicen que esto de 17 años de edad, puede jugar tanto de policía bueno y lo malo. Ella también lleva a cabo los musicales locales.
"Hay una guerra en marcha todos los días, que se libra contra nosotras", dijo Brynne. "Satanás nos odia. Sabemos cómo es el enemigo, sabemos lo que está atacando y que podemos luchar."
Su maestro es el padre de Brynne, el reverendo Bob Larson, quien dice que ha realizado más de 10.000 exorcismos en los últimos 30 años.
Vea la historia completa de " Nightline "Esta noche a las 11:35 pm ET / PT.
Antes de comprometerse a realizar un exorcismo, entrevistas Larson a sus clientes a determinar si son, en su opinión, poseída por el demonio. El cliente debe llenar un cuestionario y dar algunos antecedentes sobre la su historia personal.

PHOTO: Brynne, center and Tess, right, both 17, and Savannah, left, 20, from Pheonix, Ariz., are black belts in karate and expert horseback riders and avid musical theater fans. And they perform exorcisms.

ABC News

Brynne, centro y Tess, a la derecha, ambos de 17 años, y ... Ver tamaño completo

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Sin embargo, Larson afirma que el 50 por ciento de la población está, probablemente, afectados por los demonios de alguna manera y sus chicas son la primera línea de defensa. Armadas con cruces, biblias y agua bendita, las chicas convocan al demonio dentro de la materia, y luego el demonio al parecer, toma el cuerpo de la persona. Brynne dijo que ella puede saber cuando alguien está poseída por el demonio cuando se mira a los ojos.
"Cuando usted mira a esa persona, sólo podía ver la parte de atrás del mal buscado", dijo.
Las chicas dicen que hay muchos tipos diferentes de demonios, cada uno con sus propios nombres y personalidades. Un demonio, Brynne dijo, lleva el nombre de Jezabel y está muy orgulloso y altivo.
"No hay odio, el asesinato, la ira, todos los demonios son muy violentos", agregó.
"Cuando un demonio entra en alguien, va a traer muchos de su clase con él como sea posible, ya que su deseo es robar, matar y destruir la identidad de esa persona, la vida de esa persona", dijo Tess.
Los signos clásicos de la posesión, las niñas, dijo, son cuando una persona poseída comienza a hablar en lenguas, recitando los hechos históricos no sabría de lo contrario, o que tengan una fuerza sobrehumana.
Realización de exorcismos puede ser un trabajo peligroso, y la esposa de Larson dijo que estaba dispuesto a que su hija, Brynne, hazlo. Sin embargo, Bob Larson cree que es una buena lección para ella.
"La vida cristiana es riesgosa", dijo. "El Ministerio es arriesgado. Asumiendo que el diablo es arriesgado. ¿Qué es más riesgoso? Decir que no a Dios. Di no a Dios y el diablo te va a conseguir."
Larson dijo que a veces las personas que acuden a ellas para ser exorcizadas quedan un poco desconcertadas al ver cómo los jóvenes son las chicas.
"Es como, 'Se me va a exorcizar? Es totalmente fuera de la caja. Pero unos minutos más en ella, al ver la audacia y la confianza, la madurez y el conocimiento de estas niñas, que todo se desvanece ", dijo.
"No estamos orgullosas de nosotros mismos", dijo Tess. "Somos humildes. Todavía estamos aprendiendo".
Sin embargo, hay preguntas muy serias sobre la seguridad y la moralidad de lo que las chicas están haciendo por los demás, especialmente los que podría necesitar atención de salud mental. ( estoy intrigado lo harán como lo mandó a hacer el Papa León XII , O lo hacen cantando algo así: oh, oh, oh, ándate, andate
oh, oh, oh, andate antes que te rompan
el mate

Por eso te digo yo mejor te olvido
por eso te digo sin malentendido
si no te gusta lo que digo
andate- andate-
si no te gusta lo que hago
andate- andate-
si no te gusta lo que digo ni mis amigos
tapate los oídos.

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Preparación para la muerte

Autor: San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia

Capítulo 5: Incertidumbre de la hora de la muerte

Estote parati, quia qua hora non putatís, filius hominis veniet.
Estad prevenidos, porque a la hora que menos pensáis vendrá el Hijo del Hombre.
Lc., 12, 40.

PUNTO 1
Certísimo es que todos hemos de morir, mas no sabe¬mos cuándo. Nada hay más cierto que la muerte—dice el idiota—, pero nada más incierto que la hora de la muerte. Determinados están, hermano mío, el año, el mes, el día, la hora y el momento en que tendrás que dejar este mundo y entrar en la eternidad; pero nosotros lo ignoramos.
Nuestro Señor Jesucristo, con el fin de que estemos siempre bien preparados, nos dice que la muerte vendrá como ladrón oculto y de noche (1 Ts., 5, 2). Otras veces nos exhorta a que estemos vigilantes, porque cuando me¬nos lo pensemos vendrá Él mismo a juzgarnos (Lc., 12,40).
Decía San Gregorio que Dios nos encubre para nuestro bien la hora de la muerte, con objeto de que estemos siempre apercibidos a morir (1). Y puesto que la muerte en todo tiempo y en todo lugar puede arrebatarnos, menester es—dice San Bernardo—que si queremos bien morir y salvarnos, estemos esperándola en todo lugar y en todo tiempo (2).
Nadie ignora que ha de morir; pero el mal está en que muchos miran la muerte tan a lo lejos, que la pierden de vista. Hasta los ancianos más decrépitos y las personas más enfermizas se forjan la ilusión de que todavía han de vivir tres o cuatro años. Yo, al contrario, digo que debemos considerar cuántas muertes repentinas vemos todos los días. Unos mueren caminando, otros sentándose, otros durmiendo en su lecho.
Y seguramente ninguno de éstos creía que iba a morir tan de improviso, en aquel día en que murió. Afirmo, además, que de cuantos en este año murieron en su cama, y no de repente, ninguno se figuraba que acabaría su vida dentro del año. Pocas muertes hay que no sean im¬provisas.
Así, pues, cristianos, cuando el demonio os provoca a pecar con el pretexto de que mañana os confesaréis, decidle: ¿Qué sé yo si hoy será el último de mi vida?... Si esa hora, si ese momento en que me apartase de Dios fuese el postrero para mí, y ya no hubiese tiempo de remediarlo, ¿qué seria de mí en la eternidad?
¿A cuántos pobres pecadores no ha sucedido que al recrearse con envenenados manjares los ha salteado la muerte y enviado al infierno? Como los peces en el anzuelo, así serán cogidos los hombres en el tiempo malo (Ecl., 9, 12). El tiempo malo es propiamente aquel en que el pecador está ofendiendo a Dios. Y si el demonio os dice que tal desgracia no ha de sucederos, respondedle vosotros: «Y si me sucediere, ¿qué será de mí por toda la eternidad ?»
Señor, el lugar en que yo debía estar ahora no es en éste que me hallo, sino el infierno, tantas veces merecido por mis pecados (3). Mas San Pedro me adviene que Dios espera con paciencia por amor a nosotros, no que¬riendo que perezca ninguno, sino que todos se conviertan a penitencia (2 P., 3, 9).
De suerte que Vos mismo, Señor, habéis tenido conmigo paciencia extremada y me habéis sufrido porque no queréis que me pierda, sino que, arrepentido y penitente, me convierta a Vos. Sí, Dios mío, a Ti vuelvo; me postro a tus plantas y te pido misericordia.
Para perdonarme, ha de ser, Señor, vuestra piedad grande y extraordinaria (Sal. 50, 3), porque os he ofendido a sabiendas. Otros pecadores os han ofendido también, pero no disfrutaban de las luces que me habéis otorgado. Y con todo eso, todavía me mandáis que me arrepienta de mis culpas y espere vuestro perdón.

Duélame, carísimo Redentor mío, me pesa de todo co¬razón de haberos ofendido, y espero que me perdonaréis por los merecimientos de vuestra Pasión. Vos, Jesús mío, siendo inocente, quisisteis, como reo, morir en una cruz y derramar toda vuestra Sangre para lavar mis culpas. ¡Oh inocente Sangre, lava las etapas de un penitente!

¡Oh Eterno Padre, perdonadme por amor a Cristo Jesús ! Atended sus súplicas ahora que, como abogado mío, os ruega por mí. Mas no me basta el perdón, ¡oh Dios, digno de amor infinito!; deseo además la gracia dé amaros. Os amo, ¡oh Soberano Bien!, y os ofrezco para siempre mi cuerpo, mi alma, mi voluntad.

Quiero evitar en lo sucesivo no sólo las faltas graves, sino las más leves, y huir de toda mala ocasión. Ne nos inducas in tentationem. Libradme, por amor a Jesús, de
cualquiera ocasión en que pudiera ofenderos. Sed libera nos a malo. Libradme del pecado, y castigadme luego como quisiereis.
Acepto cuantas enfermedades, dolores y trabajos os plazca enviarme, con tal que no pierda vuestro amor y gracia. Y pues prometisteis dar lo que os pidiere (Jn., 16, 24), yo os demando sólo la perseverancia y vuestro amor.
¡Oh María, Madre de misericordia, rogad por mi, que confío en Vos!
(1) De morte incerti sumus, ut ad mortem semper parati inveniamur.
(2) Mors ubique te expectat ; tu ubique eam expectabis.
(3) Infernus domus mea est.

Oración de un Cristero

Mi Jesús, tened piedad de mí. Mis pecados son más numerosos que las gotas de sangre que derramaste por mí. No merezco pertenecer al ejército que defiende los derechos de vuestra Iglesia y que lucha por ella. No quiero nunca más pecar, para que así mi vida pueda ser una ofrenda agradable a vuestros ojos. Lava mi alma de las iniquidades y purifícame de mis pecados. Por vuestra santa Cruz y por mi Santa Madre de Guadalupe, perdóname.Ya que no sé cómo hacer penitencia por mis pecados, deseo recibir la muerte como merecido castigo de ellos. No deseo luchar, vivir o morir sino por Vos y por vuestra Iglesia. Oh, Santa Madre de Guadalupe, quédate a mi lado en la hora de la agonía de este pecador. Permítid que mi último brado en la tierra y mi primer cántico en el Cielo pueda ser ¡Viva Cristo Rey!

	Yo los quiero ahuyentar. ¡Esfuerzo inútil!
	Me rodean, me acosan,
	y unos tras otros a clavarme vienen
	agudo aguijón que el alma encona.

Religión tradicional Católica

viernes, 6 de abril de 2012

LA COMPETENCIA DEL P. GABRIEL AMORTH

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Como enjambre de abejas irritadas,
de un oscuro rincón de la memoria salen a perseguirme los recuerdos de las pasadas horas.