sábado, 21 de enero de 2012

REPUDIO A LOS ABORTISTAS

Defensa de la vida
Posted: 20 Jan 2012 06:27 PM PST


  
  
Antela bestial tentativa del crimen del aborto que en estos días se ha conocido,reproducimos una antigua declaración del Centro de Investigaciones de laProblemática Familiar (CIDEPROF), con sede en San Rafael y presidido por el Dr.Ricardo S. Curutchet, que nos place hacer nuestra, adhiriendo a todos y a cadauno de sus vigorosos términos.
  
  
El crimen del aborto es el asesinato más vil y repugnante, pues seperpetra en perjuicio de la persona más inocente y, por añadidura, de lapersona más dependiente de protección.
  
En los recientes casos de La Plata y de Mendoza, los hechos,cometidos en perjuicio de dos personas inocentes y absolutamente indefensas,por quienes tienen a su cargo el velar por ellos y por su salud, como son sumadre y sus parientes más próximos, los médicos y las autoridades, violanescandalosamente la ley y el orden natural y la Constitución Nacional, losTratados internacionales incorporados a ella y las leyes vigentes.
  
Violan primeramente la ley natural, que es la ley de Dios impresaen la mente de los hombres y en virtud de la cual éstos pueden discernir elbien y el mal, ya que nunca, bajo ningún pretexto, es lícito matar a unapersona inocente. Violentan el orden natural porque quienes tienenprincipalmente el deber de custodia y cuidado —la madre, primero quetodos, y sus representantes si ella es incapaz— son quienes practican aquienes deben proteger el mayor daño posible, privándolos de la vida.
  
Violan la Constitución Nacional que ha incorporado a su textonormas que expresamente mandan la tutela del niño desde el momento de suconcepción. Violan las leyes, entre ellas las mismas sancionadas por esteGobierno, como la Ley 26.061, de abril de este año, que encomiendan a lasautoridades la protección integral de los derechos de los niños y que, en casode omisión de la observancia de esos deberes por parte de los órganos delEstado, habilitan a todo ciudadano a interponer las acciones administrativas yjudiciales a fin de restaurar el ejercicio y goce de tales derechos, a travésde medidas expeditas y eficaces. Los jueces no sólo no han procurado la tutelade esos niños sino que han negado legitimación a quienes han actuado en sudefensa.
  
Los asesinatos son particularmente escandalosos y comprometennuestra responsabilidad como pueblo y como Nación, desde que han sidopromovidos y facilitados por las autoridades que nos representan ygobiernan.  Estos crímenes seacumularán y pesarán sobre sus cabezas, estos crímenes claman contra elloshasta el cielo.
  
No se trata de unos crímenes más, de los tantos que se perpetran ennuestros días. En estos abortos recientes hay algo que trasciende los alcancesde un delito individual, de un asesinato particular, de un acto de cobardía, deacciones personales originadas en la miseria humana y en nuestra condiciónpecadora.
  
Son actos públicos, impulsados, promovidos y financiados por el Estadoy por organizaciones que crecen al cobijo del Estado; actos que comprometen atoda la Nación y por los que toda la Nación debe reparar. Son actos ejecutadospor el concierto de las autoridades de la Patria y que —bajo el pretextohipócrita de humanitarismo sentimentalista— están inspirados en unprofundo odio a la Fe, a la Religión, a la Moral y a la Iglesia; actos quedirecta e intencionalmente atacan el orden natural; acciones cuyo fin último esdegradar a la sociedad, hacerla cómplice y partícipe del mal, actos contra laVerdad y la Vida hechos ex-profeso buscandoconculcarlas y no sólo obtener las mezquinas y supuestas ventajas de un actoindividual; actos, en definitiva, diabólicos, cuya inspiración y origen vienendel Homicida y Padre de la Mentira.
  
Por eso, no sólo se debe actuar sino reparar, porque está toda laNación comprometida ya que, en todos los órdenes y poderes, son susautoridades, —es decir, quienes nos representan y encabezan— lasque explícitamente y con la confesada intención de apartarse de la ley de Diosy del orden por Él impuesto a las cosas, las responsables primeras oprincipales de estos crímenes que desafían el Poder de Dios y que claman alcielo.
  
Nosotros como argentinos debemos reparar por los actos de nuestrosgobernantes, por nuestros pecados que nos han hecho merecedores de ellos y pornuestras omisiones. Y desagraviar, porque es el Autor de la vida y la Vidamisma el primer ofendido. Y debemos actuar.
  
Estos crímenes publicitados y alabados desde las más altas esferasdel Gobierno, hasta el punto de que el Ministro de Salud (¡precisamente él!) hadeclarado que al practicarse estos homicidios ¡se ha cumplido con la ley!, sonel globo de ensayo de una política tendiente a introducir el aborto como una prácticalícita y como una opción válida para la regulación de la natalidad.
  
No perdamos de vista los actos legislativos ya consumados o a puntode consumarse: la ley de esterilización quirúrgica, que tiende a despojar alsexo de su principal objeto, que es la procreación, para dejarlo como un meroinstrumento de placer; y la ley de educación sexual que avanza sobre el derechode la familia y que impondrá, como ya puede verse en los contenidos publicadosy repartidos desde el Estado, una concepción puramente genital del sexo,despojado de todo sentido moral y de toda relación con el amor, como acto dedonación y de dación de vida.
  
Y todo lo demás que se cocina en las marmitas del poder instaladoen la Argentina y cuyo tufo hediondo ya se percibe. Los gobiernos que dictan,sancionan, ejecutan o aplican leyes inicuas, y éstas son leyes inicuas, pierdensu legitimidad y los ciudadanos no están obligados a obedecerlos. Es más, losciudadanos están obligados en conciencia a oponerse y a no cumplir las leyesque violan la moral. Aún a costa de la propia vida.
  
Los niños asesinados son los nuevos y verdaderos desaparecidos,como señala una justa e indignada publicación: “Llevados con vida a lamuerte.  Asesinados por orden delEstado (jueces, ministros y legisladores). Muertos en centros clandestinos, sinposibilidad de defenderse, mediante el anonimato de sus verdugos. Ocultados suscadáveres”. Preguntamos con ella: ¿Su gobierno es derecho yhumano, Dr. Kirchner? ¿Habrá CONADEP para ellos?
  
Sin embargo y con seguridad, porque han sido muertos en estascircunstancias, en medio y por causa del odio a la Fe, a la Iglesia y a suFundador y Maestro, ellos alcanzaron la suerte de los Santos Inocentes y estáncontemplando cara a cara la gloria de Dios y gozando de la dicha de losbienaventurados. Ellos intercederán por nosotros ante la Misericordia del DiosVivo y rogarán por sus madres y sus asesinos ante la Omnipotencia Suplicante dela Madre de Dios.
  
A nosotros nos toca velar y luchar para que esos crímenes no secobijen bajo la tutela de las leyes y de los jueces de nuestra Patria; para quelos médicos no traicionen su misión y trastroquen su arte en el arte de lamuerte; para que las familias sean el santuario de la vida y en ellas y desdeella crezcan para el futuro, para el bien de la Patria y la gloria de Dios,hombres y mujeres sanos e íntegros en el cuerpo pero, sobre todo, en el alma.
  
El Centro de Investigaciones de la Problemática Familiar, a la vezque condena enérgicamente estos crímenes y —sin eludir la propiaresponsabilidad por su omisión, desidia o inoperancia— hace responsablede estos crímenes a las autoridades nacionales y provinciales que los hicieronposibles; y convoca al combate, en el frente que sea, en defensa de la vida yde los inocentes, de los débiles y de los desvalidos; y en defensa de las leyesy los derechos de Dios.
  
Para ello recurrimos a Su protección y auxilio y a la mediación dela Santísima Virgen María, nuestra Madre y nuestra Reina, elevando sin temor ycon gozosa esperanza el estandarte del glorioso Arcángel San Miguel: ¡Quiéncomo Dios!
  
Ricardo S.Curutchet, Presidente
Ricardo Prado,Vicepresidente

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