domingo, 2 de septiembre de 2012

EL ARTE CATÓLICO TIENE LA MISIÓN DE AYUDAR A DIFUNDIR LA SANA DOCTRINA





Dos cuadros, dos mentalidades, dos doctrinas

Plinio Corrêa de Oliveira

Georges Rouault, La Virgen y el Niño

Invito a los lectores a hacer un ejercicio de la imaginación y transferirse a sí mismo más allá de los siglos - si fuera posible - a una habitación en la modesta casa de la Sagrada Familia de Nazaret. Allí, supongo que va  a ver a la Virgen con el Niño jugando, ¿y eran exactamente como Rouault les representa en la pintura anterior?.

¿Esta visión satisface las expectativas del lector? ¿Se corresponde con lo que se imagina a la Madre de Dios, y el mismo  Verbo Encarnado? ¿Encontraría en esos personajes un auténtico reflejo del espíritu católico, de las virtudes inefables de Jesús y María? Obviamente no.

Por lo tanto, el que se esfuerza por el arte católico para reflejar el espíritu del Evangelio y de la Iglesia de un modo digno y adecuado no puede ser indiferente a esta foto como su difusión entre los fieles. ¿Como terminaría la gente  por pensar en la Sagrada Familia si se tratara de sólo tener imágenes o estatuas de este género?

 El arte católico - con sus características especiales - tiene la misión de ayudar a difundir la sana doctrina. No se puede considerar que la imagen de Rouault lo hace.

Para aclarar mejor estas afirmaciones, el lector puede considerar en cambio la eficacia con la imagen de abajo por Maitre de Moulins (siglo 15), que  representa a la Virgen y el Niño, nos ayuda a entender a través de nuestros sentidos lo que la Iglesia nos enseña acerca de Jesús y María .


Maitre de Moulins, el Maestro de Moulins

Traducción de escritorio de TIA Catolicismo n. 6, junio 1951 

No hay comentarios:

Publicar un comentario