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Desde
que se supo que Monseñor Fellay declaró que fue engañado por Benedicto
XVI la situación de la Fraternidad se vuelve peor a cada momento. Por la
superviviencia de la Tradición Católica es necesario que Monseñor
Fellay no solamente afirme que fue engañado, sino que actúe en consecuencia , esto es, 1.- Reconociendo su culpa.
Debe hablar públicamente y declarar de manera clara que él fue el
culpable de que ese “engaño” se llevara a cabo y de todas las
consecuencias que acarreó este comportamiento a la Tradición Católica. 2.- Pidiendo perdón
a los obispos, sacerdotes y fieles que han sido marginados, expulsados,
silenciados por el puño de hierro de Menzingen, y restituyéndoles
debidamente en sus respectivos cargos. 3.- Remover a los responsables
de esta conjuración, esto es, el comando alemán que ha trabajado tras
bambalinas para que se llegara a esta situación. Para hablar más claro,
debe remover de sus cargos y expulsar, marginalizar o silenciar al Padre
Franz Scmidberger, Padre Niklaus Pfluger, Padre Célier, Padre Lorans,
Padre Emmanuel Du Chalard, y demás implicados, sin olvidar por supuesto
al fautor de innumerables irregularidades el judío sionista Maximiliano
Krah. 4.-Renunciar a su cargo como Superior General de la Fraternidad y retirarse para permanecer en silencio, tal y como él mismo lo exigía de Monseñor Williamson, y 5.- Convocar a un nuevo Capítulo General Extraordinario para la elección de un nuevo superior general de la FSSPX, en el cual, por supuesto, él no participe.
En
el caso de que Monseñor Fellay no actúe de este modo, será claro que lo
que intenta es calmar los ánimos de los fieles y sacerdotes y continuar
comportándose como el dictador bolchevique que hasta ahora ha sido.
Si bien no podemos leer en la conciencia de Monseñor Fellay, sus acciones hablan por sí mismas
. No voy a hacer un recuento de todas sus mentiras y declaraciones
ambiguas y modernistas que ha estado haciendo sobre todo en este año. De
sobra las conocemos. Sabemos también que Monseñor Fellay ha actuado
como liberal y como tal NO PODEMOS seguir aceptando que lidere la FSSPX.
No es posible que un liberal-modernista sea la cabeza de la única organización que ha hecho frente al modernismo.
¿Cómo es posible que se dejara engañar por Benedicto XVI?, ¿Cómo es
posible que haya aceptado de antemano la división de la Fraternidad?,
¿Cómo es posible que haya perseguido a su compañero en el episcopado,
Moseñor Williamson?, ¿Cómo es posible que a pesar de las advertencias de
sus compañeros obispos siguiera en su camino hacia el maldito acuerdo?,
¿Cómo es posible que se negara a ordenar seminaristas de Morgon y
Avrillé por ser anti-acuerdistas?, ¿Cómo es posible que permita la
salida de extraordinarios sacerdotes como los padres Cardozo, Pfeiffer,
Chazal, Hewko, Méramo, Ceriani, Grosso etc, etc?, ¿cómo puede permitir
que casi 100 fieles de la Capilla de Chihuahua continúen sin sacramentos
sin castigar al responsable, el padre Trejo?, ¿cómo es posible que los
fieles de Corea hayan llegado hasta impedir la entrada del sacerdote a
su Capilla?, ¿cómo es posible que los sacerdotes tengan miedo de citar a
Monseñor Lefebvre en sus sermones por temor de ser castigados?, ¿Acaso,
como Padre, no ama a sus hijos?, ¿cómo es posible que se impida la
difusión de los textos de nuestro amado Fundador alegando Copyright?,
¿cómo puede poner los bienes de la Fraternidad en manos de un judío
sionista? Y muchos etc.
Por todo lo anterior, es EVIDENTE que Monseñor Fellay no tiene capacidad para ser Superior General.
Además,
los últimos acontecimientos indican que incluso en la resistencia puede
haber división. Por una parte el Padre Chazal y el Padre Pfeiffer, los
cuales han decidido por rebelarse abiertamente, por otro, los que, como
Monseñor Williamson, han decidido luchar desde dentro de la Fraternidad,
además, Monseñor Tissier que al parecer no está de acuerdo pero se
sujeta en obediencia, sin mencionar los sacerdotes que tienen más tiempo
expulsados y se encuentran en diversas partes del mundo en sus
Capillitas y sostenidos por sus fieles, olvidados por Mwnzingen.
¿Qué
no puede ver Monseñor Fellay que el objetivo de los Masones infiltrados
en la Iglesia y la Fraternidad siempre ha sido DIVIDIR? ¿Acaso no
conoce el viejo proverbio “divide y vencerás? ¿Cuál puede ser su
justificación? NO TIENE NINGUNA, más que sentimentalismos liberales… si
2+2=4 entonces el resultado no favorece a Monseñor Fellay.
Suplicamos a los Sacerdotes, Superiores de Distrito ya los Obispos de la Fraternidad que, en cumplimiento al juramento antimodernista
presionen a Monseñor Fellay para pedirle su renuncia. Lo suplicamos por
el BIEN COMUN de la Fraternidad. La situación ha llegado a tal grado
que ya no puede sostenerse. La Fe está en juego.
ESPECIALES DE SEPTIEMBRE 2012
